domingo, 26 de febrero de 2012

Desposesión



El árbol quieto en su instante de luz;
quietos los sonidos en la mano del aire
como quieta también la mirada, deshaciéndose
en la erosión pura del cielo.

Presentes en una oquedad,
suspendidos en aire como pluma
de un pájaro que nunca ha sido.
Nuestra voz para nada, golpe sólo,
golpe contra la materia sorda del mundo.

A qué pensamiento atender,
a qué preocupación o insomnio
si dejaron de ser ya nuestros.
Ganamos la paz en la pérdida de todo.


                                                                          -Ventanas a ninguna parte, Javier Vicedo Alós.

1 comentario:

  1. Es realmente hermoso!!!! me gustó mucho!!!!! no conocía a este autor, así que voy a buscar más cosas sobre él!!! muchas gracias por compartirlo!!!

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